Seguidores (:

jueves, 25 de octubre de 2012

Un año.

Ha pasado un año entero desde aquellos momentos. Un año después todo ha cambiado. La gente, las circunstancias, los sentimientos... Ya no hay nadie que me entienda realmente, ya no hay nada que me haga feliz por completo. Ya no hay nadie que me llame para preguntarme que tal estoy, o simplemente para decirme que me quiere. Y tampoco hay nadie ya que vea mis ojos llorosos, me abrace y no me suelte hasta que me desahogue. No, ya no. ¡Qué rápido pasa un año, y qué rápido cambia todo! Hace trescientos sesenta y cinco días todos éramos otras personas. Gente con la que no dirigía palabras ahora son confidentes si les necesito, y con gente con la que creía ser 'como hermanos' ya no consigo mantener ni una conversación sin silencios incómodos. Personas a las que por aquel entonces quise más que a nadie, ya no están a mi lado. Es triste, es muy triste. Y es verdad que en esta vida todo cambia constantemente, todo evoluciona de un modo u otro, y quedarse siempre en las mismas sería monótono. Pero, ¿porqué tiene que cambiar así? ¿Hace falta que me sienta sola cada día para darme cuenta de que los 'siempres' realmente no se cumplen nunca?... Quien sabe, quizá toca esperar otro año más para sentirme de nuevo bien, o quizá más, o con suerte menos. La verdad es que ando perdida, voy que no me encuentro ni me entiendo ya a mí misma, y ya ni trato de hacer algo para sentirme bien. He desistido. No sirve ya de nada, si a la mínima que estoy bien ¡ZAS! Otra puñalada por la espalda. He desistido en cuanto al amor, y la amistad está al borde. Porque, en estos tiempos que corren, una tiene que darse cuenta que no todo lo que reluce es oro.




1 comentario:

  1. Hola, ando un poco apurada para leer el post, pero tenía que avisar que estás en los recomendados de mi blog :) Me encanta como escribís.. http://chocolateeverywhere.blogspot.com/

    ResponderEliminar