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Venga va, ahora no me vengas con que no nos entiendes. A la que no deberías entender es a ti misma. Te lo hemos contado todo siempre, hemos confiado en ti más que en muchas otras, y pensabamos que también tu confiabas en nosotras... Te apoyamos en tus malos momentos, y fuimos felices junto a ti en los buenos. Tratamos de hacer lo mejor para tí, de ayudarte a dar cada paso, de entenderte y no juzgarte. Pero esto ya es demasiado. Has llegado ha confiar más en gente de la que dos días antes hablabas mal, que en nosotras que siempre hemos estado cuando nos lo has pedido. A tu pregunta de si nos jodió, te respondo que si, que nos hiciste mucho daño. Y sé que todo el mundo comete errores, yo soy la primera que asume que los ha cometido. Pero mira, que hay cosas que se pasan de castaño oscuro ¿sabes? Y si quieres solucionarlo, empieza por asumir lo que has hecho mal, y trata de entendernos. Porque tú has sido de las personas más importantes y más influyentes en nuestra vida, y no, no te quiero perder. Pero a veces no puedes dejar simplemente que el agua corra, a veces debes afrontar los problemas y juzgarte un momento a ti misma. Darte cuenta de tus errores, y en vez de justificarlos, asumirlos y pedir perdón. Ahora ya es cosa tuya, si quieres ver las cosas a tu manera y seguir como hasta  ahora, o dar un paso atrás y tratar de rectificar.