Nada.

Una foto, un sentimiento, un recuerdo más. Una lágrima que cae, odio hacia todo. Tu mirada que se cruza con la mía, tus labios que pronuncian algo... Pero no, no es hacia mi, como de costumbre. Un mensaje privado, una nueva ilusión, y de nuevo nada. Nada, nada, nada... Un día más, más y más ganas de decirte todo, de que me digas que tú tambien lo sientes, que te arrepientes. Sueños, esperanzas en vano, y nada otra vez. Quedo solo yo, en medio de tanta gente, y sin saber hacia donde tirar. Veinticuatro horas más, y una lágrima que vuelve a escapar. Al ver que ya no me necesitas. Solo fui una más, de las miles que tendrás. Yo que traté de hacer lo mejor, me encuentro con el mundo contra mi. Y tú sigues teniendo mi corazón. Y yo sigo aquí, con mi constante dolor.