Le quiero, le amo, lo es todo para mi.

Y no miento cuando digo, que necesito todas y cada una de sus miradas, sus besos, sus abrazos, sus palabras, sus locuras, sus tonterías, sus "te quiero", sus sonrisas, sus manías, sus caricias... las necesito para vivir. Porque cuando me mira el universo se detiene, para que solo piense en él en mi. Cuando me besa, siento que no hay ningún momento más feliz que ese. Cuando me abraza, me siento protegida, segura entre sus brazos. Cuando me habla, cuando me dice cuánto me quiere, sé que no hay nadie que pueda provocar la misma sensación en mi. Cuando hace tonterías, cuando le viene la locura, mi sonrisa no cesa de aparecer, las carcajadas no se fingen, porque él y sus cosas, son las que me hacen a mi feliz. Cuando sonríe, yo me siento morir por dentro, porque tiene una fuerza que enamora. Cada una de sus manías, cada uno de sus gestos inconscientes, le hacen perfecto todos juntos. Es la persona más maravillosa que he podido conocer, y deseo decirselo cada día del resto de mi vida.