Tengo que llegar al punto de comprenderme.

¿Sabes qué? Hoy por primera vez en mucho tiempo lo he sentido. Me he puesto mis pitillos, me he calzado mis botas, y he salido a la calle con decisión. He salido pensando, que ya basta. Que es hora de dejar de subestimarme y de suberstimar todo a mi alrededor. Todo lo que tengo, todas las personas a mi alrededor, son realmente maravillosas; las personas que verdaderamente están a mi lado, esas personas si que valen. Y quizá se puedan contar con los dedos de una mano, pero para mi son suficientes. Tengo a esas personas, y eso me basta. No me siento ya tan sola, como llegué a sentirme; ahora me siento arropada, protegida. Aún me queda mucho camino por recorrer, aún tengo que hacer muchas cosas antes de encontarme. Pero voy poco a poco, evitándo obstaculos, derrumbando murallas en el camino hacia mi misma.