Lo confieso.
Te quiero, te quiero en silencio, te quiero para mis adentros. Nadie lo sabe, nadie más que yo y mi mismidad. Y aunque me diga a mi misma que no es verdad, que no sucede realmente, debo asumir la realidad, te quiero. Quizá fuiste tú, que al entrar a mi vida hiciste que mis sentimientos giraran de esta forma, que diera este vuelco mi corazón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario